No era, ni es fácil crear. Uno cree que lo hace desde la nada, desde la propia inspiración, pero aquí descubriremos que, en realidad, somos el fruto de nuestro tiempo, de nuestro espacio y de todo lo que hemos ido viendo, tocado y sentido.
Parece que antes, se creaba sobre lo existente, pero en realidad siempre hemos sido sensibles a lo nuevo, a la influencia y a la belleza. Pero también a eso que no podemos evitar, esa tendencia que marca a cada individuo a trazar su propio camino, casi sin querer, casi a costa del tiempo y espacio que nos ha tocado.